Opinión

El Real Madrid hizo magia y ganó

¡¡Es increíble!! De nuevo lo volvió hacer el Real Madrid de la única forma  que sabe hacerlo, tirando de orgullo y de esa mística que envuelve al Bernabéu que entra en una especie de simbiosis con sus jugadores para entre todos llegar a obrar el milagro.

Llámenle milagro, llámenle hazaña, llámenle épica. Todo cabe para calificar  la proeza lograda por el Real Madrid, que alcanza su tercera final de Champions con el  Liverpool tras dejar en la cuneta al Manchester City en un partido inolvidable, con otra remontada al límite. En esta ocasión tres jugadores se han vestido de superhéroes: Carvajal, Camavinga,quien sale Coronado, y por supuesto, Rodrygo, el doble goleador que cambió el rumbo de la eliminatoria.

El Real  hizo magia y ganó, con el brasileño Rodrygo como ejecutor de esa magia. El equipo blanco en el minuto 90 perdía por 0-1. Y en ese mismo minuto, llegó el mago Rodrygo para lograr el empate (1-1) y un minuto después, en el 91 marcar el 2-1 e igualar la eliminatoria. Momento en el que el Bernabéu entró en éxtasis junto a los jugadores blancos.

Se llegó a la prórroga, y ahí Benzema que había tenido una noche oscura, apareció para provocar, primero, el penalti de Ruben Díaz y después, marcar el 3-1 definitivo con la tranquilidad de un matador.  El cómputo total de la eliminatoria quedó 6-5 a favor del Real Madrid. Fue marcar la penal máxima el francés y el Bernabéu entró en trance. Lo sucedido en el estadio de Chamartin, se puede calificar como gesta memorable de un equipo con una fe  y ese algo más… que mueve montañas.

Esta tercera remontada ha sido la más difícil de todas, frente a un rival de categoría que en el minuto 90 estaba clasificado para la final. Pero llegó el espíritu del Bernabéu en las noches europeas  y le dio la vuelta a la situación de una forma heroica. Dos goles en un minuto de auténtica locura, arrasaron al City que ya no levantó cabeza.

Es evidente que no hay quien se resista al poder de destrucción del estadio Santiago Bernabéu, y de sus noches mágicas. La sufrieron el PSG, el Chelsea como tantos antes y como tantos que vendrán. El Manchester City no iba a ser ajeno e igual que los otros terminó derritiéndose  ante un Madrid fiero, enérgico y con una fe inquebrantable…. Todos sucumbieron en la caja mágica de Chamartin

 El equipo de Guardiola (¡vaya cara se le quedó!), como sus predecesores se llevó la misma lección del Bernabéu: no se dio cuenta que aunque fuese ganando, en él realidad, con el Madrid de por medio, casi siempre se termina perdiendo.

 El encuentro tuvo varios episodios. De entrada cada equipo  siguió fiel a su guión de juego. El Manchester que quería la pelota; y el Madrid que prefería  correr. De esta forma llegaron los primeros remates de Benzema y Vinicius. Los ingleses tras unos minutos de máxima igualdad cogieron carrete y obligaron a Courtois a intervenir ante Bernardo Silva, el mejor de los suyos,  y Foden. Pero el Madrid estuvo más aplicado en defensa que en tierras inglesas y se llegó al descanso con(0-0).

 En la reanudación, tras el saque del centro llegó la gran oportunidad madridista. Pase largo y profundo de Kroos a Carvajal, pase perfecto de este y a puerta casi vacía falló Vinicius, por un dedo.. El Madrid en este periodo, se dejó las bridas en el vestuario para ser más ofensivo y llevar la inquietud al área del City

   Los de Ancelotti crecieron en el segundo periodo, pero Benzema seguía sin aparecer. En cambio, si lo hizo Bernardo Silva, que de nuevo con él a los mandos, el City volvió a la carga. Entre el portugués y Gundogan fabricaron la jugada en la que Mahrez consiguió  el 0-1 de espléndido disparo. El conjunto blanco pareció rendirse…si, pero no.

    Entonces, Ancelotti tiro por la tremenda y fue quitando sucesivamente   a sus centrocampistas titulares: Kroos, Modric y Casemiro, Encomendándose a los jóvenes Camavinga y Rodrygo, que a la postre resultaron fundamentales para la remontada.

  Antes de llegar al climax, el City por mediación de Grealish pudo reventar la eliminatoria pero Mendy se interpuso bajo la línea de gol. Del segundo milagro se encargó Courtois por ese pie que sacó en última instancia. El Manchester olía la final de París. Pero no contaba con las noches mágicas del Bernbeu cuando de Europa de trata. Llegó el éxtasis y la monumental locura final, que ya hemos narrado.

   Terminado el partido, nadie se movió de sus asientos para celebrar la hazaña con sus jugadores que dieron la vuelta de honor. La afición se frotaba los ojos ante lo que acababa de presenciar. Un prodigioso e inolvidable partido de fútbol lleno de fe, de carácter,de calidad y por supuesto, de poner el alma y ese algo. más… Esto es el Real Madrid

La final espera al Real  que será en París el próximo 28, en el Stade de France ante el Liverpool. La final más repetida

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