Consternados por la muerte de Kobe Bryant, uno de los grandes del baloncesto, que murió en un accidente de helicóptero donde viajaba con otras ocho personas que también han fallecido, entre ellas su hija de 13 años, fue como vimos el encuentro de liga entre el Valladolid y el Real Madrid.
Si, ese jugador todo un mito de la NBA y de su equipo Los Ángeles Lakers del que ya formaba parte en su panteón de históricos. El equipo angelino tenía encargada una estatua que ahora más que nunca será una realidad. Magic Johnson le había declarado el jugador más importante de la historia de la franquicia californiana. Era ya una leyenda, un mito cuando jugaba y cuando se retiró. Ahora con su muerte, le espera la eternidad. D.E.P.
La triste noticia de la muerte de Kobe Bryant, ocurrió antes de que comenzase el encuentro en Pucela. Tanto los espectadores, como los televidentes no dábamos crédito a esa fatal noticia que nos llegaba de los Ángeles (California). Se corrió como un río de tinta ante la incredulidad de todos. En el descanso, los jugadores del Madrid y del Valladolid se enteraron de esa noticia luctuosa que pone de luto al mundo del baloncesto.
Fuese por la trascendencia de la muerte de Kobe Bryant, el caso es que el encuentro entre pucelanos y madridistas fue un tanto sombrío y taciturno, a pesar de estar en juego el liderato del Real Madrid. A los de Zidane les tocó sufrir para conseguir el triunfo (0-1). En partidos de este corte es donde se ganan las ligas. No fue el mejor partido de los blancos, pero en un ejercicio de compromiso y solidaridad lograron una victoria que les aúpa a la primera posición del campeonato de Liga, con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona que parece se desinfla.
Un cabezazo de Nacho en el minuto 78 facturó un triunfo de los que tienen mucho valor en el recuento final y en la suerte de la Liga. De esta forma el Real Madrid aprovecha la crisis del Barça para colocarse líder solitario y ganar en autoestima.
El partido fue poco vistoso, sobre todo en la primera parte, donde los madridistas que vistieron de azul no sabían cómo encarar la cerrada defensa de un Valladolid muy ordenado y con la clara misión de no dejar pensar a los centrocampistas creadores del Madrid: Kroos ,Isco y Modric., con Casemio como hombre para todo. Fueron unos primeros 45 minutos muy densos y con poco que llevarse a la boca. Solo destacar, el gol anulado a Casemiro y que el VAR lo anuló porque detectó que por un milímetro estaba fuera de juego, la muñeca del jugador estaba en posición incorrecta Vaya tela esto del VAR. Lo llaman fútbol de vanguardia por aquello de la tecnología que dicen reparte justicia y que está, desgraciadamente, por encima de la naturaleza del juego. Digo yo, que ninguna ventaja tenía Casemiro por ese dedo de más que estaba en fuera de juego. En fin,pasemos página.
El gol anulado, espoleó al Valladolid y deprimió al Madrid que no tenía fluidez ni ritmo de juego, mientras que los de Sergio González le comían el terreno a su rival a base de presión y mucha robustez que anuló a los finos centrocampistas blancos, sobre todo a un mal Isco y a la delantera, donde Benzema y Rodrigo intimidaban muy poco ante la firme defensa del Valladolid, uno de los equipos menos goleado de primera división.
La defensa del Madrid, sin Carvajal sancionado pero con Nacho, Varane, Sergio Ramos y Mendy, también se mostró segura y sólida, una constante en los últimos partidos que tan bien le está yendo al equipo para conseguir el objetivo de ser líder.
En la segunda parte, el equipo de Zidane fue de menos a más. Un disparo de Rodrygo desviado por Masip anticipó la mejoría del Madrid que ya fue mucho más reconocible aunque sin deslumbrar. Pero eso sí,el partido se inclinó hacia el campo del Valladolid por la insistencia de los blancos, que entonces fueron dueños y amos del encuentro. Tanto fue el cántaro a la fuente que llegó el gol, obra del siempre eficaz Nacho que cazó con la cabeza un buen centro de Kroos y lo clavó en la red.
Y es que a falta de los goles de los delanteros (Benzema se ha quedado seco), bien están los tantos de los centrocampistas como Casemiro, y de los zagueros, como Nacho. El 0-1, hizo despertar a los jugadores del Valladolid que se pasaron todo el encuentro en la cueva, pero su reacción ya llegó tarde.
Con ese gol de Nacho que sus compañeros celebraron haciendo piña y que ilustraba la importancia del marcador, el Madrid consigue el objetivo de ser líder solitario de una liga que se le ha metido entre ceja y ceja. Lo ha logrado sin brillar en su visita a Valladolid, pero sí con eficacia.
El liderato premia tres mese de crecimiento, entre problemas, lesiones y un gran trabajo defensivo que no se recordaba hace tiempo. Argumentos tienen el Madrid (le falta su principal figura, Hazard) para seguir en esa privilegiada posición.
