Opinión

Y el Real Madrid qué ¿otra vez campeón de Europa?

Pues si,el Real Madrid de nuevo campeón de Europa. Un hecho que se hizo una rutina en los años 50 tras ganar cinco copas de Europa seguidas, se vuelve a repetir. No son cinco, pero si tres Champions de forma consecutiva (4 en 5 años), algo que se puede catalogar como más difícil teniendo en cuenta que en la actualidad forman parte de la Champions más equipos que antaño..

Desde luego lo logrado por este Real Madrid, que sigue engordando su leyenda,se puede calificar  como irrepetible  para cualquier equipo en la actualidad.

En una final grande, con dos equipos entregados a sus causas, el  Real Madrid de Zidane batió por 3-1 al Liverpool con dos goles de Bale y otro de Benzema, y ganó la Décimo-tercera corona continental. La tercera consecutiva algo que no lograba ningún equipo desde el Bayern Munich en 1976, pero entonces era la copa de Europa. Lo del Madrid de ahora es  un récord al alcance de muy poquitos  equipos en la historia.

Europa tuvo que rendirse de nuevo al gen ganador del Madrid, para quién la copa de Europa, es definitivamente su torneo fetiche. Sea por lo que fuere, cuando suenan las fanfarrias de la Champions, el equipo blanco se transforma en ese equipo victorioso que resulta ganador por activa y por pasiva. Unas veces gana por su juego total, y otras por los errores de sus contrarios, pero siempre está ahí.

En esta ocasión, la decimotercera copa de Europa se la debe en parte a la torpeza del guardameta del Liverpool, Karius que falló en dos ocasiones y en los minutos determinantes de un Bale inmenso, que marcó un gol para la posteridad y que avalan al jugador galés, que ha demostrado que cuando está en plenitud, sin la sombra de las lesiones, es un jugador determinante.

Al Real Madrid todo le salió redondo. Tuvo ese pizca de suerte que los grandes equipos suelen tener en las grandes citas.

El equipo de Zidane vuelve a ser leyenda. Si en el pasado hablamos del Madrid de Di Stéfano , hoy podríamos hablar del Madrid de Cristiano (cinco Champions lleva ya), pero el portugués sin protagonismo ninguno en la final, quiso serlo al final del encuentro al insinuar su salida del club:”fue muy bonito estar en el Real Madrid. En unos días hablare”. Unas declaraciones inoportunas y fuera de lugar que no tenía que haber hecho teniendo en cuenta que él madridismo estaba en fiestas, celebrando su décimo-tercer entorchado.

Nadie puede discutir la valía de Cristiano y su importancia en esta copa de Europa,como en las anteriores,  pero le sobra ese egocentrismo. Como no pudo ser protagonista en el partido, estuvo muy desacertado, jamás se fue en uno contra uno, e incluso estuvo triste y taciturno, al final quiso ser el protagonista con unas declaraciones que no venían a cuento.

Todo lo extraordinario que tiene el luso como jugador, le falta de humildad. Florentino,  en buena medida le puso en su sitio: “aquí lo importante es el club”. Que nosotros sepamos, CR7 tiene contrario en vigor.  El ombliguismo le  pierde a Cristiano. La palabra humildad no la conoce.

Como estaba previsto, el Liverpool salió como toro desbocado dominando y robando el balón a un Madrid bastante atolondrado que perdía la pelota  una y otra vez. La primera ocasión fue para los ingleses  por parte de Wijnaldum que  atajó Keylor Navas, en una gran intervención.

El Liverpool con Mané y Salah, por las bandas, empequeñecían al Madrid que en los primeros 25 minutos se dedicó a despejar  balones, sin ningún tipo de criterio y perdiéndolos en el centro del campo. El equipo de Klopp tenía a sus pies al Madrid, hasta que su estrella Salah se lesionó. Ahí cambió el guión, y el partido. La caída del jugador egipcio, lastimado en el hombro izquierdo  tras un enganche con Sergio Ramos, trastocó los planes de los “red”. Entonces, los ingleses, como sacudidos por el golpe, se vinieron abajo y comenzó el domino del Real Madrid que comenzó a ser el dueño y señor del partido.

Antes del descanso, Cristiano de cabeza pudo hacer el 1-0, pero el posterior remate de Benzema fue anulado por fuera de juego.

También el Madrid sufrió una baja,fue a los cinco minutos de la lesión de Salah. Carvajal, sufrió el mismo destino. Mala suerte la de este chico que también se tuvo que retirar lesionado en la final de Milán en el 2016, perdiéndose la Eurocopa de Francia. Ahora peligra para él, el Mundial de Rusia.

Pero el Real Madrid contrariamente a lo que le sucedió al Liverpool con la baja de Salah, se sobrepuso a la de Carvajal. Dio un paso al frente y comenzó a remar para poner cerco a la portería de Karius, un amigo. Sus torpezas facilitaron el triunfo de los blancos : Una,  error que aprovechó el más espabilado que nunca, Benzema para el 1-0; y el otro manos blandas al disparo con fuerza  y con efecto de Bale, que significó el 3-1 definitivo.

Tanto Benzema como Bale han sido los dos protagonistas del Real Madrid. Su protagonismo en esta final no tiene discusión alguna. Benzema ha estado más participativo que nunca. Fue irreconocible. Le he criticado hasta la saciedad, pero en esta ocasión me tengo que quitar el sombrero ante su gran partido. Estuvo, listo, atrevido y hasta impulsivo.

A Bale, sin duda, el Real Madrid le debe esta copa de Europa.  La 13ª es de Gareth Bale.  Salió sustituyendo a Isco en el segundo periodo y fue determinante para la suerte del partido.Sus minutos  fueron explosivos. Y  el 2-1, un gol antológico. Un gol para la historia. El galés cazó al vuelo, un centro de Marcelo con la derecha y clavó el balón en la red tras una chilena magistral. Un tanto solo al alcance de los elegidos. Lo certificó Zidane con su gesto de asombro. Él, Zidane, autor de uno de los mejores goles de la historia de las finales de la Copa. Bale ya  le puede discutir a  su técnico, sobre el gol de oro del Madrid en este torneo. La decimotercera queda bautizada como la chilena de Gareth Bale.

Pero antes de ese gol majestuoso de Bale (a ver quién es el guapo que ahora dice que se debe ir del Real Madrid, como muchos indocumentados decían, cuando es un jugador impresionante sin la rémora de las lesiones), Mané puso el empate (1-1) al aprovechar un rechace en un saque de esquina. Eran los últimos estertores del Liverpool, que murió en la orilla y que se defendió con orgullo.

Con el 3-1, obra también de Bale que se tragó el desdichado Karius, con sus manos blandas, se acabó lo que se daba. Murió el Liverpool con honores, pero la gloría fue para el Real Madrid que forja una leyenda interminable, con 4 Champions en cinco años. Un Real Madrid Rey de Reyes en Europa, que conquistó su 13ª copa europea y  que gana porque si; unas veces por su talento y otras porque las finales están para ganarlas. Y eso, es un arte que de momento no tiene ningún equipo. La leyenda continua….

Dentro de algunos años se hablará de esta gesta del Madrid con palabras mayores. Este equipo se ha convertido en un ser mitológico. Entramos en la era de la decimocuarta.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement