Opinión

El Real Madrid sabe cómo ganar las finales

El Real Madrid se proclamó campeón de la Supercopa de España al vencer en la final al Athletic Club por (0-2), con goles de Modric, de nuevo el mejor jugador del partido y diría que del torneo,  y de Benzema de penalti.

Aunque pueda parecer mentira, hacia 64 años que Real Madrid y Athletic Club no jugaban una final.  Han tenido que pasar tantos años para que vascos y madrileños se fueran a encontrar en tierras de Arabia Saudí, en una final que fue intensa en el centro del campo, sin apenas ocasiones y que solo la calidad individual y los errores desequilibraron el choque.

El Madrid, por lo tanto ya tiene su primer título de la  temporada, un título menor pero título al fin y al cabo que alimenta las grandes expectativas que tiene los blancos para este ejercicio.

 La victoria madridista es justa se mire por donde se mire. Jugó con inteligencia cortacircuitando la fuerte presión elevada de su rival  con una perfecta circulación de balón que encontraba fácilmente los espacios. El Athletic no le dejó jugar a la contra y entonces el Madrid tiró de oficio para ganar esta Supercopa que hizo a hombros de ese extraordinario jugador que está en su segunda juventud, llamado Modric y que volvió a dar otro recital. También habría que mencionar a Courtois que fue clave en los últimos minutos como después contaremos.

El Real Madrid, solo conoce un estilo de juego, ganar y ganar. Lo demás  son tonterías. Y lo consigue de muchas formas ya que el  equipo de Ancelotti  tiene muchos y varios recursos y sabe ganar  de varias maneras. Si el Athletic no te deja correr, pues tira de experiencia y se aplica en otros menesteres como la combinación y el toque con esos dos centrocampistas que tiene:  Modric, que volvió a sentar cátedra y Kroos, que lleva un compás en sus piernas.

El Madrid es un merecido campeón ante un digno  Athletic, un equipo con mucho  mérito por esa filosofía de vida y de juego que tienen. ¡Bravo por el Athletic!

 El Real, también fue fiel a su historia. Es de esos equipos que juega las finales para ganarlas. Los de Ancelotti, que ya tiene su primer título de su segunda etapa, fue un conjunto serio que supo adaptarse a lo que le proponía su rival, empeñado en no dejarles correr y tapando la banda de Vinicius. Algo que lograron pero se olvidaron de la otra banda, donde Rodrygo fue el factor X.

Ante la propuesta de los vascos de no dejarles hacer las contras, el Madrid cambio de guión con un juego más inteligente que bonito. Ahí, Modric, se erigió en el jefe supremo  poniendo la pausa  y llevando el partido a una actividad baja, juego que no le va para nada al Athletic, que quedó desarmado.

Con mucha circulación y jugando a lo seguro, los de Ancelotti dominaron durante el primer periodo, aunque  eso sí, sin crear grandes peligros. Por aquí un remate de cabeza de Casemiro; otro de Militao y un disparo de Benzema. Poca cosa, pero menos hacia el Athletic Club que no encontraba a Muniaín muy bien tapado por Lucas Vázquez. Solo estaban prestos  a  una jugada a balón parado, donde son buenos maestros.

Así transcurría el partido, cuando el factor X de Rodrygo trazó una diagonal con cuatro jugadores a su alrededor que hizo posible abrirle hueco a Modric, quien de rosca perfecta abrió la cuenta (0-1). El gol espoleó un poco al equipo bilbaíno que tuvo una ocasión por parte de Sancet (un jugador a tener muy en cuenta que busca muy bien los espacios), pero el balón se fue por encima de la escuadra izquierda.

En el segundo tiempo, Marcelino dejó de lado el plan A y activó el B con la entrada de Nico Williams; pero antes de entrar en juego llegó el penalti y el 0-2 del Real Madrid. Yaray abrió en exceso los brazos para interceptar un remate de Benzema. Al colegiado Soto Grado, se le escapó  la jugada, no al VAR. Benzema no perdonó desde el punto fatídico.

El Athletic había reclamado otra pena máxima en la primera parte, pero en esta ocasión Alaba tenía la mano apoyada al suelo por lo cual vía reglamentaria, no se señala como penalti.

La ventaja de dos goles, obligó al equipo vasco a ir a tumba abierta. Marcelino echó mas leña al fuego con tres cambios más. Uno de ellos, Raúl Garcia, que llevó cierto  peligro con sus remates de cabeza. El Madrid entonces, tal vez dio  por ganado el partido demasiado pronto y cedió los trastos del dominio dejándose avasallar por su rival con pérdidas rápidas de balón.  El Athletic rodeó el área madridista. Mandando balones  aéreos  y con saques de esquina  que si ante el Atlético de Madrid le sonaron a gloria celestial,frente al Madrid no les  les valió de mucho con Militao, Alaba y Casemiro como reyes de las alturas.

Raúl García pudo meter a su equipo en el partido a falta de diez minutos por el penalti y expulsión de Militao, por mano tan clara como la de Yeray.  Y, entonces ahí surgió Courtois, clave también en la consecución de este titulo, al sacar un pie de oro  para detener el lanzamiento. Y colorín colorado el partido se acabó ahí.

 Marcelo, como una especie de homenaje a su trayectoria,  minutos antes había salido para alzar el trofeo como capitán, y de paso le permitía  empatar con Gento a 23 títulos. Casi nada, pero a favor del legendario Gento, habrá que decir que en sus tiempos no había supercopas.

  El caso es que el Real Madrid, fiel a su historia, supo cómo ganar una final y levantó su 12ª Supercopa.

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