Opinión

El Real Madrid sufre en un surrealista duelo

       ¡Uff Vaya susto! El Real Madrid entre el VAR y todo lo que perdonó tuvo que sufrir para imponerse finalmente por 2-1 al Al Jazira y meterse en la final del Mundialito que se está celebrando en Abu Dabi.     En esa final se medirá al Gremio de Porto Alegre de Brasil, el sábado a las 18 horas. Partido que se podrá ver en directo por La 1 de TVE.

  El Madrid se clasificó para la final después de un partido un tanto surrealista porque lo que estaba sucediendo más bien pertenecía al mundo de lo paranormal. El equipo de Zidane entró al partido, como se preveía, demostrando una superioridad absoluta y con ocasiones de gol de todos los colores. Pero se encontró con la inspiración del guardameta del Al Jazira, Khaseif, que en los 47 minutos que estuvo sobre el terreno de juego paró todo lo que se le venía encima, que fue mucho. No exagero si digo que el Madrid tuvo hasta una docena de oportunidades de marcar. Pero ahí estaba Khaseiif que las sacó de todas las formas posibles: por arriba, por abajo y hasta volando.

   Al equipo árabe le funcionó su estrategia en la primera parte, y sobre todo la fortuna. En cambio, el Madrid falló ocasiones  al principio, entre medias y casi al final. Al Jazira, lo tenía claro aguantar y ver si en alguna contra con sus dos rápidos delanteros, podía sorprender al Madrid, que tan volcado estaba al ataque que no prestaba atención a su espalda. Y así llegó el 1-0, en un rápido contragolpe donde la defensa blanca fue un despropósito. Cuando Varane y compañía se quisieron dar cuenta Romarinho, con un buen recorte incluido, marcaba ante la sorpresa de propios y extraños.

  Abu Dabi se frotaba los ojos. Como era posible que un equipo que aquí no pasaría de ser una Segunda B, estaba ganando nada más y nada menos que al campeón de Europa. El Real Madrid tampoco daba crédito a lo que estaba sucediendo. Fuese porque antes el VAR anuló un gol a Cesemiro o por lo que fuese, el caso es que el Madrid no encontraba el camino del gol después de tener una y mil ocasiones. Sandro Ricci, el colegiado brasileño, en primera instancia concedió gol al cabezazo de Casemiro. Alguien de los video-marcadores le chivó que había fuera de juego de Benzema antes del pase de Isco, y el gol quedó anulado. Tras casi cinco minutos de esta rocambolesca situación del VAR, que es más un incordio que una solución, el equipo de Zidane perdió el norte y se desorientó.

 El Madrid y se fue al descanso incrédulo ante lo que estaba sucediendo. Rozaba el colapso y más aún cuando en la reanudación, el colegiado anuló el que hubiera sido el 2-0 del Al Jazira por un torpe fuera de juego de la delantera de los de Abu Dabi. El VAR, aunque crea mucha confusión, acertó y salvó al Real Madrid de lo que hubiese sido el gran sofocón. Acto seguido empató. Lo hizo Cristiano Ronaldo a pase magnífico de Modric.

   El empate calmó los ánimos de un asustado Madrid que ya empezaba a jugar con cierta ansiedad y que volvió a generar un sinfín de ocasiones, pero Benzema- alguien le ha echado e mal de ojo- ,volvió a estar negado ante el gol estrellando un balón tras otro a la madera y hasta fallando solo ante el portero. Imperdonable los fallos que tuvo el delantero francés.

   No culminaba su dominio el equipo blanco, hasta que a Zidane se le encendió la luz y dio entrada a Bale por el inoperante Benzema. El galés, quince días después de reaparecer frente al Fuenlabrada, en el primer balón que tocó, gol y final del Mundialito.

       
¿Jugó mal el Madrid? No, pero tampoco muy bien que digamos. Hizo todo lo que convenía para ganar por goleada. Podía haber ganado por 6 ó 7-1 y al final ganó por la mínima. Lo que ocurre en este tipo de partidos ante rivales tan inferiores es, que te crees tan superior que confías que tarde o temprano el balón entrara. Pero pasan los minutos y si encima ellos te han hecho un gol, te terminas obcecando y las ideas se te nublan.   

   Algo parecido le sucedió al Real Madrid que sin brillantez pero por oficio se impusó al combativo Al Jazira, que salió muy orgulloso por poner contra la pared a todo un Real Madrid, en un partido  rozando lo  esperpéntico  por culpa del VAR  que tuvo excesivo protagonismo. Fue una pachanga que casi le cuesta un gran disgusto al Real Madrid

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