Opinión

Ridículo histórico del Real Madrid

Ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio. Este dicho popular  de los viejos Castellanos se puede aplicar sin ningún género de dudas al actual Real Madrid. Y es que cuando las cosas no funcionan, es inútil cambiar las cosas, salvo que el mal se corte de raíz.

En este Real Madrid , ni con Lopetegui, ni ahora con Santiago Solari, la cosa tiene remedio. La estrepitososa derrota (3-0) en Ipurúa ante el Eibar, clama al cielo..  Ha sido de una vergüenza total. Sin actitud,, espíritu de sacrificio y ese algo más que que en el argot popular se llama, cojones, cómo se va a ganar. Todos esos atributos le faltaron a este Madrid carente de orgullo, que está echando por tierra la historia de un club, que  si por algo se caracterizaba es por crecerse ante las dificultades. Donde antes había amor propio ahora hay impotencia y desgana.

Esto ya no hay quien lo aguante. Hoy la afición madridista se siente humillada por unos jugadores que no merecen llevar la camiseta que llevan. En Eibar, vimos la peor cara del Madrid en mucho tiempo. Su juego fue plano total, sin alma y sin ninguna ambición. Les faltó el alma y ese algo más…

Es para echar a todos. Empezando por el presidente Florentino Pérez, que está cometiendo los mismos errores que cuando se vio obligado a dimitir. Por entonces dijo que había malcriado a los jugadores y comenzó con el rosario de cambio de entrenadores, que no llevaron a ningún sitio a un equipo, que también entonces estaba roto.

La historia parece que se repite. Se descartó a un entrenador de corte duro porque el vestuario así lo quería y se optó por un técnico amable y manejable como Solari, que hizo más o menos lo que  presidente quería: Courtois por Keylor Navas; dar más cancha a Vinicius y cargar las culpas a Isco, que por otra parte está en un estado de forma lamentable al igual que la mayoría de sus compañeros. Y que conste, que Solari no tienen la culpa, es lo que hay. Aquí los grandes culpables son los jugadores y el presidente que no ha sabido cortar el problema desde su raíz.

La derrota frente al Eibar  señaló los errores endémicos de este Madrid de pacotilla, que levantó falsas expectativas con cuatro triunfos consecutivos. La realidad es la que es. Ahora mismo es un equipo inseguro, susceptible de descomponerse ante la primera adversidad cuando históricamente era todo lo contrario, crecía  ante las dificultades. Repito:  donde antes había amor propio, ahora hay impotencia.

Claro, que entonces el Madrid tenía auténticos líderes que tiraban del carro. Hoy esos que deberían  ser líderes se esconden en el silencio. Modric, sigue sin estar. Los cantos de sirena del Ínter parece que le siguen merodeando en su mente. Sergio Ramos está en  un estado de forma lamentable,  al igual que Marcelo que parece un ex jugador. De Varane no hablemos, sigue en el Mundial. Bale, no merece ser titular. Su pasividad es insultante. Asensio, sigue sin tirar de carro y sin dar ese paso hacia adelante. Ceballos se vio superado en todo momento por los centrocampistas del Eibar que trabajaron a destajo para desarmar a este Madrid de mantequilla que ha perdido hasta el orgullo y la dignidad.

Así las cosas, un  Eibar valiente, bien plantado, tenaz  jugando con intensidad y presión alta (con dos cojones) , se impuso al equipo de Solari, que desde la banda vio cómo su equipo mostraba una impotencia vergonzosa.

Santiago Solari que ya no es interino, tiene contrato en vigor,  debe  dejar de ser conformista, satisfaciendo los deseos del presidente  y  comenzar a tomar decisiones. Hay jugadores como Varane, Bale, que no están para ser titulares. Ceballos no es jugador para  hacer la misión de Casemiro, cuando tienes a Marcos Llorente  en la recámara que tal vez se merezca una oportunidad.

No  es cuestión de criticar a Solari, el menos culpable de todos. Los señalados son unos jugadores acomodados que han dejado de sentir el orgullo de vestir la camiseta del club más laureado del mundo.

Vergüenza les tenía que dar, que un equipo de pueblo, sin que eso sea un demérito ni mucho menos, con un fútbol rudimentario pero con fuerza, pasión y ambición  avasallase  a un Madrid que no sólo perdió el partido sino que también el orgullo.

Marc Cucurella, jugador de la cantera del Barcelona, se comió a Odriozola  con Bale como espectador,  fue incapaz de echarle una mano.  El lateral madridista en el 2-o hizo lo que no debe hacer un defensa. Fueron 3-o como pudo ser un 5-o. Fue un ridículo espantoso. El frenazo en seco es terrible para el equipo y para el club tras haber confirmado al técnico argentino en el puesto. Un resultado desastroso para la Liga, justo el sábado donde el Atlético-Barça invitaba a pensar en un recorte de puntos, y fatal para algunos futbolistas, muy señalados en semejante debacle: Varane,Modric, Maecelo, Asensio y sobre todo Bale.

Este no es el Real Madrid  sino una banda de ricachones que solo tienen la mente  puesta en próximas ofertas de otro clubes como Modric y Kroos, o en qué modelo de coche se van a comprar. Por no hablar de los cantos de sirena de los diarios deportivos que cuando ganan cuatro partidos seguidos les encumbran como grandes fenómenos. Si, esos diarios y periodistas deportivos de bufanda, que solo venden humo cuando la realidad es bien distinta.

Nadie se atreve a mirar hacia arriba para explicar la actual crisis deportiva del Real Madrid que tiene su epicentro en su presidente, Florentino Pérez, más pendiente en las obras del nuevo Bernabéu  que del  equipo al que ha devaluado deportivamente hablando. El, y solo él es el gran culpable.

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