Opinión

Sergio Ramos, el salvador

Con  todos mis respetos a Zinedine Zidane, cuando te estás jugando la liga no puedes salir  con  una alineación tan extravagante. El Deportivo de la Coruña, que  fue un notable equipo, estuvo a punto de sorprender a un Real Madrid una tanto raquítico   por el capricho de las rotaciones...Menos mal, que el de siempre,  Sergio Ramos, ese dueño  de los últimos minutos , lo volvió hacer y marcó el 3-2 definitivo en el minuto 92.
  En las dos últimos partidos, con su prodigiosa cabeza y esa fuerza natural suya, ha salvado los muebles de su equipo. El empate del Camp Nou, y el  gol frente al Depor, le ha servido para mantener los seis puntos de diferencia con el Barcelona. Además terminará el año  y comenzará el próximo como líder inamovible.

  Lo de Sergio Ramos, por las veces que está siendo protagonista, ya empieza a ser pura rutina pero a la vez parece como algo fuera de lo normal. No hay palabras para expresar lo de este jugador, un defensa central que es más determinante en el área ajena que en la suya. Su enorme cabezazo  cuando el Madrid ya mascullaba la tragedia de su primera derrota, le dio la victoria.. Un triunfo que supone un récord histórico para el Real Madrid al lograr 35 partidos sin perder.

  El partido en sí tuvo poca historia, solo se salvó por la emoción de los últimos minutos y por el segundo tiempo donde el Deportivo llevó a ponerse por delante en el marcador con dos goles de Joselu, el segundo tras dudas y fallo de Casemiro. El primer tiempo fue para olvidar con un Madrid muy ramplón y con poco brío, cuajado de reservas que no estuvieron a la altura.

 Soy un devoto de Zinedine Zidane, pero sinceramente creo que se equivocó con la alineación llena de reservas. Hasta ocho cambios hizo respecto al último partido de liga que jugó contra el Barcelona. No estuvieron Cristiano Ronaldo, Benzema,, Modric, Marcelo, Carvajal, Lucas Váquez, Varane. Salvo Gareth Bale que como saben está lesionado, todos tuvieron descanso  ante el viaje que hoy han emprendido rumbo a Japón, donde les espera el Mundialito de Clubes.

Fueron muchas ausencias y eso le pasó factura durante todo el partido, salvo en el tramo final donde ya entró Marcelo  que le dio vida a la banda izquierda para llegar a ese final apoteósico de Sergio Ramos que lo volvió hacer tras un saque de esquina espléndidamente sacado por Kroos.
 Me parece bien que Zidane quiera dar descanso a alguno de sus peones más importantes para llegar frescos al Mundialito, pero no a tantos cuando la liga es más importante que ese título, más pomposo que otra cosa.

  Zidane confeccionó un equipo cuajado de medias puntas que en ningún momento supieron encajar las piezas para hacer un fútbol creativo. Asensio, no estuvo, preocupante la frialdad de este chico al que hay que exigirle más empuje; James, volvió a la nada. El único que estuvo a buen nivel fue Isco porque Kroos también estuvo muy apagado. Hasta   Casemiro estuvo desdibujado. Danilo, volvió a fracasar y ya van unas cuantas veces, la grada lo pagó con el.


  Así las cosas, el primer tiempo fue anodino y sin fuste por parte madridista. El Depor vino hacer su partido y sujetó muy bien a ese frío Madrid. La segunda parte ya fue otra cosa. El equipo blanco le puso más tensión y se hizo dueño y señor de la situación. Al Depor le tocó sufrir y aguantar hasta que llegó el estupendo gol de Morata que parecía abrir la lata, pero curiosamente sucedió lo que nadie pensaba que el Deportivo se estiró y en una jugada donde Casemiro pecó de prepotente,  Andone le robó  la cartera y llegó el empate  a uno de Joselu, que  minutos después marcaría el 1-2 ante el asombro de un Bernabéu que no daba crédito, pero que creyó en la remontada de su equipo....


 Y sucedió....,  entonces apareció ese Madrid de los arreones  finales que le hace ser  temible por la fe y empeño que pone en pos del triunfo. Mariano empató con el hombro en el 84; y después en el 92, como caído del cielo Sergio Ramos, ungido con ese halo misterioso que la divinidad le ha otorgado, cabeceó para lograr la victoria. Fue el gol de Sergio Ramos.

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