Opinión

Sergio Ramos, triste adiós pero el Madrid sigue

Sergio Ramos, ya es historia viviente del Real Madrid  que el día 18  ha escenificado su despedida como lo que ha sido, una leyenda.

Dieciséis años después dice adiós al equipo que le hizo más grande como jugador Y viceversa. Las dos partes se han beneficiado mutuamente.

Es una auténtica pena que  una de las grandes figuras de la historia del Madrid, se vaya casi por la puerta de atrás a pesar de la gran despedida que el club le ha brindado, como por otra parte se merecía el jugador bandera de los últimos años.

Sergio Ramos, fue el primer fichaje nacional de Florentino Pérez en el año 2005, a cambio de 27 millones que pagó al Sevilla. En estos 16 años. La relación entre jugador y presidente ha tenido muchos vaivenes. Hubo amores y desamores e incluso,en algunas ocasiones se habló de una relación paterno-filial   entre Florentino y Sergio. Pero, poco a poco esas inmejorables relaciones  se fueron tornando más distantes y hasta más complicadas. Y es que, Sergio Ramos  comenzó echando pulsos a Florentino cuando de renovar su contrato se trataba.

El primer encontronazo fue, creo recordar, en el 2015 tras ganar la décima el Real Madrid donde él fue el gran protagonista y el gran héroe. Aquel entonces, Sergio Ramos amenazó con irse al fútbol inglés, donde dijo tener ofertas que nunca se demostraron. Era un farol, primer pulso, que le sirvió para que Florentino Pérez le subiese la cuantía del contrato a 12 millones de euros netos.

La penúltima  crisis fue en el 2019, con 33 años y con el contrato más alto de toda la plantilla tras Bale, amenazó con irse a China. Con cierta soberbia se lo planteó a Florentino Pérez a quien le pidió que le diese la carta de libertad, opción que el mandatario blanco desecho muy enfadado por la actitud del jugador. Aquí ya, se rompió toda relación paterno-filial para convertirse en  fría y distante.

Florentino Pérez, que si algo no soporta es que le echen pulsos y que además lo hagan públicamente, le hizo la cruz. Y ahora, con esa cruz ha terminado de enterrar a Sergio Ramos del Real Madrid.

Hacia tiempo que las negociaciones invitaban al desacuerdo. El Madrid le ofreció un año más de contrato con la rebaja del 10% del sueldo para paliar las pérdidas ocasionadas por la pandemia (medida que  que han aceptado otros jugadores como Modric y Lucas Vázquez) pero Sergio  siempre reclamó dos temporadas. Y así en este tira y afloja han estado hasta que finalmente, hace escasamente una semana, el jugador aceptó la oferta pero el club le contestó que esa oferta ya había caducado. Con el fichaje de Alaba, más Militao y Nacho (ya veremos qué pasa con Varane) el club considera que el puesto de central está bien cubierto.

Una auténtica pena, pero se sabía desde hace tiempo que el acuerdo era un imposible: por  lo antecedentes que hemos mencionado; por unas conversaciones muy mal llevadas por su representante,el hermanísimo  René Ramos, quien ha actuado con cierta arrogancia y prepotencia. Más que defender a su hermano, le ha perjudicado en las negociaciones; por la cabezoneria  del propio Sergio que no se bajó del burro  en su idea inicial de  pedir dos años más. Así fue hasta  última hora, pero ya llegó tarde, el Madrid ya tenía otros planes.  Y por último, no nos engañemos, Florentino Pérez ya no lo quería en el vestuario, donde había alcanzado más poder del debido.

El hasta ahora capitán blanco, no  supo manejar bien los tiempos teniendo en cuenta que ya tienen 35 años y que el último año  le ha perseguido la mala suerte. Lesión tras lesión;  contagiado de COVID, etc.. Circunstancias que le alejaron del once titular y de la selección española. Y lo que son las cosas, hasta hace bien poco sus ausencias eran sinónimo de derrotas. Ya no es así, con Miliato y Nacho, en los últimos partidos de temporada, hicieron olvidar al eterno Sergio Ramos, que ha dejado de ser imprescindible. Nadie lo es, y menos en el Real Madrid. Por todos estos motivos ya es historia del equipo blanco.

o siento por Sergio Ramos, que ha escrito grandes páginas para la gloria del Madrid. Sus lágrimas, en la despedida, son las de un jugador que siente marcharse del equipo de su vida y porque sabe que ya nada será igual. Él, en parte es el gran culpable de este adiós por no saber  valorar bien la situación en la que se encontraba el club (que ha perdido  cerca de 275 millones de euros por la falta de público) y por su propia situación. Le echó un pulso al presidente  que sabía que no podía ganar porque el club está con pérdidas y además no tenía ganas de renovarle.

Sergio Ramos , ha tenido la despedida que se merecía. Ha sido triste, pero digna como no podía ser de otra forma. El reconocimiento lo ha tenido. Ha habido lagrimas, pero la vida sigue, como también el Real Madrid por donde han pasado jugadores que han escrito  páginas de oro en la historia del club blanco. Se fueron tantos y tantos grandes jugadores que no acabaríamos de nombrarles. Se fue el gran DI Stéfano, curiosamente por echarle un pulso a Santiago Bernabéu, y el Madrid siguió siendo un club de referencia mundial. Sin Sergio Ramos, también lo seguirá siendo.

Adiós Sergio. Suerte en tu nuevo destino que apunta al París Saint Germain.

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