Opinión

Solari ha dejado de ser un meritorio

Hay que ver cómo cambian las cosas  en el fútbol cuando hay cambio de entrenador. El Madrid de Lopetegui no tenía gol, le faltaba pujanza y hasta suerte; ahora con Santiago Solari han pasado de la más absoluta oscuridad a los días soleados. Hay alegría,mejor predisposición, más actitud y sobre todo, han encontrado el camino del gol. En 4 partidos que llevan con el técnico argentino, el Madrid ha marcado 15 tantos y solo le han hecho dos tantos.

Santiago Solari, y así lo deseamos, se ha ganado el derecho a seguir como entrenador del Real Madrid hasta el final de temporada. Y así debe ser. Creo que incluso hasta le podrían renovar hasta el 2020.

En Vigo, donde Santiago Solari tenía la gran prueba para sellar su continuidad, el Real Madrid consiguió una victoria de mucho mérito  ante un Celta duro y bronco, que en muchas ocasiones se saltó el reglamento.

En medio de tanta dureza emergió un mago, Benzema, quien vestido de frac sacó a relucir el violín en forma de pie que tiene para dar todo un recital de futbol. El francés, en estado de gracia, está siendo el gran aliado de Solari. En el 0-1, hizo un gol de autor. Más que el gol en sí, lo mejor fue el control que hizo, sencillamente magistral.

El 0-2, no le fue a la zaga:se movió como una gacela en apenas un metro cuadrado bailando  por aquí y por allá, para después enviar el balón al poste recibiendo la ayuda inestimable de Cabral que introdujo el balón en su propia portería. Ahora los palos favorecen a Solari, que ha cambiado la suerte del Madrid.

Hugo Mallo con la mejor jugada del Celta en todo el partido, puso emoción con el 1-2, pero un penalti tonto de Juncá a Odriozola, que se encargó de lanzar  otra vez a lo Panenka, Sergio Ramos (genio y figura) dejó el partido visto para sentencia. La guinda la puso Ceballos con un golazo por toda la escuadra. El último gol del Celta fue para redondear ese 2-4 final del Real Madrid que le aúpa en la clasificación.

El partido no fue un dechado de virtudes, pero fue movido e intenso. A veces demasiado duro por parte del Celta, que sorprendió por su dureza. Casemiro,Reguilón y Nacho, se tuvieron que retirar lesionados, y Bale jugó buena parte del segundo periodo cojeando por una fuerte entrada.

Dadas las circunstancias y por venir el Madrid de donde viene, su victoria en Balaídos (plaza muy difícil)  que le ha costado más de lo que dice el resultado, por las lesiones y cambios obligados,  ha sido muy  importante.

Cada triunfo de los blancos después de su travesía por el desierto, es un plus más de autoestima. Autoestima en la que tiene mucho que ver el nuevo técnico que ha dejado de ser un meritorio para convertirse en entrenador del Real Madrid. Todo un buen síntoma para las huestes madridistas que ahora practican un fútbol más rápido, eléctrico y sobre todo más vertical, sin tanto toque  absurdo.

Solari, está claro que quiere un equipo rápido y tenso. De ahí que de un plumazo haya desaparecido del once titular: Isco. Su ausencia en los dos últimos partidos nada tiene que ver con la convalecencia de su apendicitis, es por cuestiones técnicas. Isco, retiene la pelota demasiado y resta rapidez al equipo. De ahí su ausencia. Asensio, es otro de los sacrificados. El mallorquín o espabila o ahí se queda.

Solari, ante la ausencia de Carvajal le ha dado carrete a Odriozola que está cumpliendo satisfactoriamente. A Bale lo prefiere por la izquierda, aunque el galés sigue a su bola sin comerse el campo como le recomendó el nuevo técnico madridista. Y Courtois es su portero. No hay debate.

A demás de los tres valiosos puntos conseguidos en Balaídos que le acerca a cuatro  del líder, el Barcelona,  el Real Madrid sorprendentemente ha encontrado a un líder inesperado, Benzema, quien en los dos últimos partidos se ha  echado  el equipo a su espalda. Está más comprometido que nunca y está jugando como los ángeles. Parece que empieza a creérselo.

El Real Madrid está viviendo el “momento Solari”. Los números le avalan: cuatro victorias de cuatro,  goles, mejor juego y mejor disposición táctica. Se ganó la confianza para seguir como entrenador, al menos, hasta final de temporada.

PD. La última jornada liguera ha traído el tropiezo inesperado del Barcelona ante un gran Betís  y el triunfo de sus más inmediatos perseguidores. La cabeza se aprieta y la liga gana en emoción.

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