Opinión

Sufrido y angustioso triunfo del Real Madrid

 Real Madrid 2 Rayo Vallecano 1

El Real Madrid  comenzó como  siempre, dominando y sometiendo al rival  con un juego vertical y lleno de velocidad con oportunidades por doquier  y dos goles en 38 minutos, los de Kroos y Benzema; y terminó como casi siempre, sufriendo unos minutos finales agónicos y pidiendo la hora.

Y, todo,  por esa manía y por esa táctica tacaña de esperar atrás cuando tienen ventaja, para jugar descaradamente a la contra. Algo inaudito e inadmisible  en un equipo como el Real Madrid,que empieza metiendo miedo y termina asustado, por dejar el balón, los espacios y el dominio, al rival.

 De nuevo, Ancelotti se equivocó. No aplica esa máxima que dice:  que la mejor forma de defenderse es teniendo la pelota.

Con todo esto no quiero decir que el Madrid no mereciese la victoria ante un atrevido y competente Rayo. La mereció por ocasiones y por fútbol. Dejó una hora sobresaliente con especial protagonismo de los de siempre, Vinicius y Benzema, a los que se unió Asensio, un jugador que parece y desaparece. Ante el Rayo, apareció siendo uno de los más destacados.

Luego, el Madrid  bajó la presión y la tensión y a punto estuvo el Rayo, de darle un auténtico disgusto, sometiéndole en los últimos minutos. Y es que últimamente a los blancos se le están haciendo muy largos los partidos.

El valiente Rayo, fue el dueño y señor del tramo final del encuentro que fue muy mal gestionado por Ancelotti, a quien se le ha puesto cara de angustia y qué hace cambios a destiempo y con poco criterio. El, imaginamos, es el culpable de echar el equipo atrás. Ya lo hizo en el clásico y en el último partido de Champions, frente al Shakhtar.

 Con esa táctica de retrasar al equipo, busca tener más espacios para la contra. Y está bien correr cuando hay espacio, que está en el ADN del Madrid, pero eso no es incompatible con tener más control del partido que el contrario. Algo que no está sucediendo con Ancelotti al mando. Quiero pensar, que es un estrategia pasajera.

Ante el Rayo, y después de la pitada de Champions, el Madrid no quería desilusionar a afición y salió a todo trapo. El técnico italiano en esta ocasión eligió a Asensio para ocupar la banda derecha en detrimento de Lucas Vázquez y más aún de Hazard, que sigue sin alzar el vuelo.

Asensio dio la razón a Ancelotti, porque estuvo omnipresente. Por su banda, nació el 1-0, con un pase preciso a Kroos (golazo). El asistente levantó  la bandera por falso fuera de juego en el inicio de la jugada de Vinicius, pero el VAR lo corrigió.

El  segundo gol se veía venir. El  Rayo  seguía jugando a campo abierto, dejando claro que no moriría en su área. Y en una  incursión del Alaba por la izquierda, recordando  viejos tiempos, hizo un envío cruzado para que Benzema embocara el 2-0. Así finalizaba un buen primer tiempo donde el Real Madrid dejó muy satisfecha a su afición por su  juego dinámico y hasta divertido.

En el inicio del segundo tiempo, Vinicius en una jugada sensacional que provocó el entusiasmo del Bernabeu, rompió la cadera a tres defensores  y cuando el balón llevaba camino de gol, lo despejó Óscar Valentín. Si mete ese gol,  se cae el estadio. Ese posible gol hubiese cerrado el partido. Lo mismo que el propio Vinicius, Mendy y Benzema poco después, en una perfecta combinación. No lo hicieron y eso  dio al traste con los cambios que quería hacer Ancelotti una vez estuviese resuelto el partido. Luego los hizo, sacando a Hazard y Lucas Vázquez por Benzema y Asensio.  Creemos que el italiano estuvo lento en las sustituciones. Le sucedió lo mismo contra el Shakhtar, solo hizo dos.

Iraola, dado el resultado y la premura del tiempo  los hizo rápido. Entraron Bebe y Falcao, que estaba entre algodones. Los dos cumplieron, el primero fue una amenaza con un zapatazo que escupió el poste izquierdo de Courtois;  y el colombiano cumplió con su rol de goleador, marcando el 2-1 que hizo temblar los cimientos del Santiago Bernabéu.

A los blancos, le empezaron a temblar las piernas, se atrincheraron atrás como un equipo mediocre y casi muere de miedo el deshilvanado Madrid del final, auxiliado por Kroos que salvó bajo palos y por un despeje de Courtois. El desinhibido Rayo, un equipo muy bien trabajado y que sabe a lo que juega, no en vano suma ya 20 puntos, rozó el empate ante el apagón  del Real que de nuevo se desconecto en los últimos Díez minutos.

Con angustia y todo, pero ganó el Real Madrid que duerme como líder de la liga y deja al Barcelona a diez puntos.

No obstante, esta inseguridad final emborronó,en parte, el buen fútbol que durante algo más de una hora realizó el conjunto blanco que suma tres puntos pero deja cierta inquietud en el ambiente.

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