Opinión

Tropiezo inesperado

El madridismo se las prometía muy felices después de ver cómo su equipo de baloncesto conseguía en Málaga ante el Unicaja,  la copa del Rey tras avasallar al equipo malagueño por 68-95. Solo les quedaba ver cómo su equipo de fútbol ganaba al Celta pera ser un día redondo. Eso pensaban ellos, porque en fútbol el Real Madrid sufrió un tropiezo inesperado ante el Celta que se llevó un valioso empate del Santiago Bernabéu.

El Celtiña, en el minuto 85 le quitó dos puntos al Madrid, al lograr Mina el definitivo empate (2-2) que deja a los madridistas con un solo punto de ventaja sobre el Barça. Si la semana pasada decíamos que el Real Madrid se aferraba con fuerza al liderato, en esta tenemos que decir que erosionó su buena ventaja con un pinchazo en casa.

El equipo de Zidane puso fuerza y mucha actitud, pero tal vez les faltó un poco más de fútbol y sobre todo remate, un mal endémico que viene padeciendo desde hace año y medio. Les sigue faltando un matador en el área. En cuanto a pundonor nada se le puede achacar al Real Madrid, si acaso esa inútil batería de centros al área que no iban a ningún sitio, porque falta rematador.

El empate le ha sentado a gloria bendita al Celta que llegó en puestos de descenso y sale del Bernabéu dejando ese pozo de sufrimiento. Los gallegos, la verdad, hicieron un partido muy serio. Aguantaron las acometidas del Madrid,  cuando se adelantaron a los 7 minutos con gol del ruso Smolov a pase sensacional de Iago Aspas; y después, cuando fueron perdiendo, supieron adecuarse a las circunstancias con una buena reacción de su entrenador Óscar García,que acertó  con los cambios cuando el partido se le iba.

Mina, uno de los cambios, fue el autor del empate después de un pase de tiralíneas de Denis Suárez. En los dos tantos de los vigueses, la  otrora segura defensa madridista no estuvo acertada. En el 0-1, Varane estuvo muy contemplativo; y en el del empate definitivo, por el centro de la defensa hubo un agujero de grandes dimensiones.

Si hemos de ser objetivos, el reparto de puntos fue lo más justo. El Celta, con Rafinha como abanderado supo jugarle al Real Madrid, que con este empate inesperado, aunque le permite seguir como líder en solitario,pero vuelve a tener al Barcelona echándole el resuello.

El Madrid fue capaz de remontar, pero se quedó cortó. Apretó bien y mucho, sobre todo en el segundo periodo, dirigidos  por Hazard que reapareció 82 días después y que estuvo bien, con ganas y hasta un poco granuja. El belga provocó el penalti que después transformaría Sergio Ramos que confirmaba la remontada. Antes, Kroos había logrado el empate en uno de sus goles característicos de toque sutil.

El empate llegó cuando Zidane quitó a Hazard, Kroos y Bale (la titularidad del galés no la entendí después del horrible partido en Pamplona). Zidane, en su empeño de tener a todos enchufados introdujo hasta tres novedades en el equipo titular. Lo de Hazard está justificado, pero no tanto la alineación de Marcelo y la  del frío y apático Bale.

El caso es que Marcelo cumplió pero ya no es ese jugador completo que era hace poco. Zidane, puede que se equivocase con el equipo titular, pero en los cambios no estuvo acertado. Vinicius entró por Hazard, lógico el cambio porque el belga llegaba de estar lesionado durante casi tres meses, y que debe ser el jugador que le de un salto más de calidad al equipo blanco. El cambio que  no entendí fue el de Mendy por Bale, cuando tal y como se desarrollaron los minutos finales, lo que el Madrid necesitaba era  un hombre de área como Jovic, para rematar los incesantes centros al área.

Zidane, en esta ocasión estuvo un poco espeso e introdujo cambios poco adecuados y sigue haciendo cosas extrañas en el once. Isco ( que no jugó) y Modric  (lo hizo en el tramo final por Kroos), los mejores frente a Osasuna, no comparecieron en el Santiago Bernabéu. Dos jugadores que hubiesen sido idóneos para romper las líneas tan juntas con las que jugó el Celta.

Este empate es un aviso para el Real Madrid que parece que en los últimos partidos (incluido el copero ante la Real) ha perdido solidez. Pero no por eso hemos  dejar de comentar que en el Bernabéu  presenciamos un buen espectáculo, donde los blancos se dejaron dos puntos y reduce el colchón de puntos en el liderato, cuando resta solo una jornada más antes del clásico, el 1 de marzo.

Cada encuentro ahora va a ser una lucha sin cuartel. Se prometen emociones muy fuertes

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