Opinión

Victoria sin desgaste y vuelta triunfal de Bale

        Con oficio y siendo eminentemente profesional, el Real Madrid ganó cómodamente (2-0) a un errático Espanyol que nunca inquietó al equipo blanco, ni tan siquiera cuando el resultado era tan solo de  1-0 a falta de algo más de diez minutos para finalizar el encuentro.
Gareth Bale que regresó casi tres meses después y que salió en la segunda parte por Morata a falta de 25 minutos para finalizar el encuentro ocupó la banda izquierda y Cristiano Ronaldo pasó a ser el delantero  centro.
  El galés reapareció para finiquitar el partido, marcando  el 2-0 en el minuto 82. Lo hizo a su estilo: carrera larga a base de fuerza y velocidad, con esa  zancada tan suya, aprovechándose de un pase magnífico de Isco, y de tiro cruzado  cerró el partido. Fue Bale en estado puro.
 Con el galés, el Real Madrid recupera a un jugador determinante cuando llega  la hora de la verdad. Llega en el momento justo de la  temporada.
  No me gustó el hecho de que Cristiano Ronaldo no se acercase a felicitar a Bale. Lo miró en la distancia y si te he visto no me acuerdo. El egocentrismo le puede al portugués. Una lastima, porque esas cosas y sus muchos gestos le sobran a este extraordinario jugador.
  El caso es que  Bale está de vuelta y aunque le falta para estar en plenitud, llega cuando su equipo más lo va a necesitar para afrontar la recta final.
 El Madrid-Espanyol, no fue para tirar cohetes. Fue un partido muy aseado donde los blancos despacharon a los de Quique Sánchez Flores con solvencia  a la vez que con firmeza. Lo manejaron a su antojo ante el poco colmillo de un decepcionante Espanyol muy arrugado todo la tarde.
  El Madrid hizo bien los deberes dominando de principio a fin a los periquitos, haciendo un notable primer tiempo para en el segundo periodo rematar a un rival sin  ninguna ambición.
  Después del exigente partido de Champions, Zidane dio carrete a la segunda unidad. Con tan solo cuatro titulares de los que vencieron al Nápoles, el equipo le volvió a funcionar.  A nadie se le  echó de menos, lo que viene a demostrar la amplitud de la  plantilla madridista y que todos se sienten importantes. Mérito de Zinedine Zidane.
 Kilo Casilla, estuvo en la portería; Pepe acompañó  a  Varane en el centro de la defensa donde también estuvo Nacho por Marcelo. En el centro del campo, Kovacic e Isco suplieron a Casemiro y Modric; y delante, oportunidad para Morata y Lucas Vázquez.

  En un mes cargado de compromisos determinantes, Zidane tiro de rotaciones para refrescar a la plantilla y el resultado nos pudo ser más positivo: victoria sin desgaste y vuelta triunfal de Bale.

La segunda columna, no defraudó, más bien lo contrario. Morata, quien se merece más minutos de los que le da Zidane como titular, lo celebró marcando el 1-0 de un espléndido cabezazo a pase de Isco, que fue quien  removió a todo el Espanyol y el que más criterio tuvo a la hora de  mover a sus compañeros. El malagueño sacó el compás y dirigió las maniobras de los suyos con un sobresaliente partido. A este Isco, es al que desea ver siempre la afición. Fue el mejor del partido junto a Lucas Vázquez, ese peleón que siempre que intervine ocurre algo positivo para su equipo.

    El Real Madrid, con su plácida victoria sobre un inofensivo Espanyol,una jornada más, y a falta de dos partidos por disputar, continúa como firme líder de la liga. Ahora le espera el primero de esos partidos pendientes que tiene. El  próximo miércoles, en Mestalla, se enfrentará  al Valencia a partir de las 18,45 de la tarde. Y lo hará con Bale, que está de vuelta.

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