Opinión

Vinicius y Rodrygo bailan la samba

Partido trepidante el que  jugaron en el Bernabéu Real Madrid y Valencia que finalizó con el triunfo de los blancos  que golearon  (5-1) al equipo levantino que claudicó en el segundo periodo después de hacer un buen primer tiempo, donde  tuvo dos oportunidades claras de gol que desperdició Hugo Duro. Y, ya saben el dicho, perdonas y el rival te mata.  También es verdad que se estrellaron contra Lunin,que realizó dos magnificas  intervenciones.

En este buen partido  destacaron  los brasileños, Vinicius y Rodrygo, especialmente Vini. Los dos marcaron goles a pares e hicieron disfrutar a la afición madridista que se lo pasó en grande con la soltura del Madrid que muy pronto, no se había cumplido el minuto 3,cuando Carvajal (en un gran momento de forma) marcó el 1-0 de fuerte disparo que sorprendió a  Mamardashvili, el guardameta naranja. Ese gol tan tempranero dio tranquilidad al Madrid que suele estar acostumbrado a que en los primeros minutos sean ellos los que reciban el gol.

El protagonista de la noche no fue otro que Vinicius, está de vuelta, quien después de lo sucedido la temporada pasada en Mestalla con los insultos racistas que recibió, tenía apuntado en rojo el partido contra el Valencia. Sin estridencias,sin discutir, sin aspavientos, centrado solo en jugar fue ese Vinicius determinante que lideró el triunfo ante el rival. Vinicius, habló en el campo,  donde tiene que hacerlo.

El Valencia fue valiente durante los primeros 45 minutos. Le jugó de tú a tú al Madrid. Atacaba bien, pero remataba mal. Después en el segundo periodo, llegó la goleada con la estampida de los dos brasileños que volvieron a bailar. Tal vez la valentía valencianista  vino motivada por ese gol tan tempranero de Carvajal que le rompió el plan que traían establecido.

Si Vinicius, fue la fantasía y la alegría junto a la efectividad; Rodrygo no le fue a la zaga. Tras su buen partido ante el Braga, vuelve a revivir y a casarse con el gol. Los dos se divirtieron de lo lindo.

Era la primera visita del Valencia después de los sucesos en Mestalla, aquella tarde de mayo del año pasado que tanta crispación levantó por los insulsos racistas. Aquello, afortunadamente quedó en el olvido, y ambos equipos se dedicaron a jugar al fútbol. Lo hicieron con deportividad y además protagonizaron un bonito partido.

El Madrid metió cinco goles y eso que no estaba Bellingham, en un palco con su madre, que no jugó por su lesión en el hombro izquierdo que le tendrá de baja unas dos semanas.

Carvajal, que está de dulce, en esa posición de falso extremo fue el autor del 1-0 que marcó de volea con la zurda,tras una diagonal perfecta de Kroos, que poco después, en un golpe franco, estuvo a punto de hacer el segundo al mandar el balón a la cruceta.

El Valencia respondió con arrojo, con Hugo Duro como cabecilla pero que no pudo con Lunin  al detenerle con dos grandes intervenciones, dos ocasiones claras de gol. El delantero se desesperó y hasta tuvo otra oportunidad que desperdició al peinar defectuosamente un buen centro de Pepelu. El equipo de Baraja tenía descaro y el Madrid contundencia.

Hasta ahí llegó el Valencia y comenzó el festival brasileño que empezó a bailar la samba. Vinicius abrió el baile con una gran jugada que en última instancia salvó con la yema de los dedos, el guardameta Mamardashvili. Rodrygo, no podía faltar,  acompañó a su compatriota. En el minuto 41, por la banda derecha, carrera y centro profundo a Vinicius  que remató con el pecho, la única manera que tenía de hacerse con ese balón a media altura. Con 2-0 finalizó el primer tiempo.

En la reanudación, aparecieron las carencias del Valencia y su bisoñez. Se volvió muy vulnerable y de eso se dio cuenta el Real Madrid que fue a por todas. Vinicius, en su mejor partido en lo que va de temporada, siguió escarbando en la endeble defensa “che” y encontró el 3-O en el minuto 48, con un disparo secó y bien colocado. El 4-0, en el minuto 50, fue un regalo de Mamardashvili que le entregó la pelota a Rodrygo que definió  con gran clase. Quedaba un mundo y el Bernabéu pedía la manita que llegó en el minuto 83, con una gran maniobra de auténtico delantero de  Rodrygo.

 Hugo Duro,que antes abría fallado lo inimaginable, metió el gol del honor en los minutos de la basura. No tuvo consuelo.

Bailó Vinicius que se divirtió lo suyo junto a Rodrygo e invitaron a la fiesta al  omnipresente Camavinga. El Real Madrid sostiene el pulso con el Girona,sorprendente líder en solitario, que ganó 1-2 al Rayo Vallecano.

PD.  En el palco estuvo José Martínez "Pírri",nuevo Presidente de Honor del Real Madrid. Más que merecido.

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