Opinión

Zidane cayó en la trampa que le tendió Guardiola

El Real Madrid, no supo estar a la altura de la que es su competición favorita, La Champions, y perdió 1-2 ante el Manchester City en el partido de ida de los octavos de final de la máxima competición europea.

Sin duda, es una dura derrota que deja tocado al equipo de Zidane que está obligado hacer una gesta en el partido  de vuelta, si quiere continuar en esta Champions que se le empieza a poner muy cuesta arriba.

El encuentro de estos dos pesos pesados de Europa fue más bien anodino y poco vistoso, sobre todo en la primera parte, donde los dos equipos se estuvieron tanteando desde el minuto uno hasta el final del primer periodo.

 Tanto Real Madrid como Manchester City, jugaban contra natura. El City que hace del balón y de la posesión su fortaleza, se lo cedió todo a su rival. PEP Guardiola que dijo que en los diez días libres que tuvieron estuvo viendo todos los partidos del Madrid,se convenció, en contra de su filosofía, que para sorprender a los blancos estaba dispuesto a sujetarlos y maniatarlos como fuese aún a costa de negarse a sí mismo. A todos nos sorprendió como el City no luchaba por la posesión y más aún como su guardameta Ederson sacaba con auténticos pelotazos. Pero eso sí, sometía a una buena presión  la salida del balón del Madrid, con indicaciones muy precisas para que Sergio Ramos no pudiese maniobrar con facilidad en empezar el juego. Ahí  Gabriel Jesus  con la ayuda de Marhez trabajaron bien También taponaron a Carvajal con Bernardo muy pendiente de él. Guardiola le dio la pelota y esperó atrás en bloque, para después volver a su naturaleza perdida. Fue una buena táctica. Engaño a Zidane que pico en la trampa tendida por PEP Guardiola

Con esta táctica preconcebida por Guardiola, el City logró dejar a su oponente casi sin argumentos futbolísticos. Lo redujo a un equipo sin mordiente y sin alegría. Una ocasión clamorosa fallada por Vinicius y un cabezazo de Benzema fue la única producción ofensiva del primer acto. Mientras que el City, llegando menos creo más peligro.

El Madrid, en el primer tiempo, tenía mucha posesión pero era totalmente estéril. Abusaba del toque que lo hacía con excesiva lentitud y  muy poca profundidad con Vinicius, que aunque fue el más destacado de los blancos, jugó algo acelerado y fue fiel a su falta de puntería; y con Benzema que volvió al lado oscuro de tiempos pasados. Ni estuvo ni se le esperó. Fue otra noche aciaga del delantero centro del Real Madrid.

En el primer tiempo, el equipo de Zidane controlaba el juego pero lo hacía sin ninguna agresividad y sin remate. Muy bien sujetos por un City muy compacto que tenía en el centro del campo su mejor arma con De Bruyne, Gundogan y Rodrigo como referentes. Enfrente los Modric,Valverde y Casemiro no tuvieron su mejor noche.

  Acabado el primer tiempo, que me pareció más bien de tanteo que otra cosa, con mucho respeto por parte de los dos equipos, llegó el segundo periodo que ya fue otra cosa. Se acabó la pizarra y hubo más fútbol. El City entonces ya quiso la pelota. Su mejor jugador De Bruyne se hizo dueño y señor del partido. Con el belga al mando, llegaron un par de ocasiones de Mahrez que detuvo Courtois. Y curiosamente, cuando mejor estaba jugando el City   y más estaba sufriendo el Madrid, llegó el tanto madridista que se aprovechó de una confusión en la salida del balón de Rodri y Otamendi, propiciada por la presión de Vinicius y Modric. Vinicius le puso  velocidad a su internada asistió  a Isco y hacia el 1-0.

Con el gol, llegó la alegría al Madrid que entonces jugó sus mejores minutos. Acto seguido intervinieron de nuevo los entrenadores y ahí Guardiola estuvo más acertado que Zidane, que tampoco tuvo su noche. El técnico catalán dio entrada a Sterling, una bala de jugador, mientras que Zidane  puso sobre el césped  al inoperante Bale por Vinicius que se retiró con calambres.

El partido entonces dio otro giro inesperado y se puso al lado del Manchester que ya fue un equipo más reconocible. Este cambio de rumbo, coincidió cuando mejor lo estaba haciendo el Madrid. Hasta que  llegó el tanto del empate de Gabriel Jesús, un gol más que dudoso. Sergio Ramos se quejó de un empujón que el árbitro interpretó como un apoyo natural. A mi entender, creo que debió anularlo porque con ese empujón o apoyo natural dificulta su intento de corregir su posición.

Sterling, quien   revolucionó el partido, fue objeto de un penalti poco inteligente de Carvajal  que transformó De Bruyne en el 1-2 definitivo. El City, había sido capaz de remontar a un Madrid que hizo de los últimos quince minutos un monumento  a la mediocridad más absoluta, impropia de un equipo de primera fila. Fueron unos minutos horrorosos donde expuso  carencias que tienen con esa falta de contundencia en las dos áreas que ya parece un mal endémico. El Madrid del último tercio del encuentro, entró  en pánico por el miedo a la derrota que llegó porque estaba partido en dos, con poca aportación de jugadores importantes como Casemiro que tuvo su noche más desastrosa; Modric a quien ya le pesan sus 34 años;Benzema que vuelve a su etapa de pusilánime; Carvajal que jugó con poca inteligencia…. Y mientras tanto Kroos, en el banquillo.

No me explico su ausencia cuando era el jugador indicado para sacar el balón jugado y dar consistencia al centro del campo. En un partido de esta factura no se puede prescindir de uno de los mejores centrocampistas de Europa. Son las cosas de Zidane con esa obsesión que tiene con las rotaciones. Desde que contra la Real Sociedad empezó  hacer frivolidades con la alineación, el equipo ha ido en picado.  El mal ya está hecho. Zidane se está equivocando con tantas rotaciones. En esta clase de partidos tienen que jugar los mejores.

Al Madrid solo le queda la heroica para intentar revertir la situación. Pero viendo como está el equipo: frágil en lo futbolístico y bajo de animo, va a ser muy complicado. Y por si fuera poco, Sergio Ramos no estará en el partido de vuelta al ser expulsado por tarjeta roja por empujar a Gabriel Jesús cuando se iba solo a la portería de Courtois.

El Bernabéu que se llenó, asistió atónito ante la perdida de la magia Europea de su equipo que cayó derrotado  con todas las de la ley ante el  Manchester City de Guardiola, que le puso el anzuelo y Zidane picó como un pardillo.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement