Opinión

Zidane choca con la cruda realidad

Zinedine Zidane,sufrió su primera derrota (2-1) frente al Valencia,en Mestalla en su segunda etapa como entrenador del Real Madrid. Al tercer partido se acabó el efecto Zidane. El Madrid volvió a sus viejos defectos que le han amargado en lo que va de temporada. De repente,tras dos partidos con victoria, Zizou chocó con la cruda realidad, esa que le hizo desistir de seguir entrenando al Madrid porque veía un futuro muy negro si seguía con los mismos jugadores que le habían dado tres Champions consecutivas.

  Tenía que tomar duras decisiones y prefirió abandonar antes que decirle a algunos jugadores que tanto le habían dado, que no podrían continuar porque su ciclo había tocado a su fin.

    Ante la llamada desesperada de Florentino Pérez, Zidane decidió subirse al carro porque entendió que tenía una deuda pendiente con el Madrid. Y llega para tratar de terminar lo mejor posible lo que resta de temporada(8 partidos de liga), y sobre todo para después hacer una profunda revolución en la plantilla. Florentino le ha dado plenos poderes.

Por lo visto frente al Valencia, que le ganó por las bravas a un triste y abúlico Real Madrid, el equipo necesita una profunda e importante limpia de jugadores. El técnico francés se resiste a hablar de limpia, pero en Mestalla vio la cruda realidad: No tiene equipo.

Con buen criterio Zidane echó mano en Valencia de sus hombres de confianza,casi todos titulares, menos Bale e Isco que se quedaron en el banquillo, lo que no deja de ser muy sintomático. Comenzaron en plan dominador, pero ese dominio era estéril, mucho toque pero muy poca o nula profundidad. Jugaban andando sin energía y sin ninguna decisión.

El centro del campo madridista con Kroos,Modric y Casemiro manejaron los primeros minutos, pero la pelota pasaba más por los pies de Sergio Ramos que por los de Asensio y Lucas Vázquez que eran los extremos.

Este viciado y viejo Real Madrid tocaba y tocaba pero sin ningún fuste y sin gracia alguna. No inquietaron al firme Valencia que les ganó en todos los ámbitos del fútbol, sobre todo en velocidad,energía e intensidad.

Unos corrían , ese era el Valencia; mientras el otro, el Madrid,caminaba. Uno era todo entusiasmo; y el otro estaba preso de una abulia desesperante.

A este Madrid no le responden ni la cabeza ni las piernas. Es un equipo triste,espeso, lento en la circulación del balón, sin chispa y hasta desmoralizado. No asusta a nadie, y sigue con esa carencia de gol que le ha condenado en esta temporada.

En este partido Valencia-Real Madrid quedó a la vista los distintos destinos de uno y otro equipo. Los de Marcelino, con 17 partidos consecutivos sin perder;a un punto de entrar en la Champions,en la final de la copa del Rey y en cuartos de final de la Europa Ligue. Los de Zidane, sin nada que llevarse a la boca:eliminados de la Champions y de la copa; y desahuciados de la liga hace ya unas jornadas; solo les espera un negro futuro y pendientes de las decisiones del entrenador y de la plana mayor para conformar con nuevo equipo donde habrá muchas novedades.

En Mestalla asistimos al desplome de un equipo triunfador y de unos jugadores que tocan a sí fin en su trayectoria madridista. Bale e Isco, suplentes ante el Valencia, me da la sensación que están con los dos píes fuera. Kroos, cada vez está más indolente, su apatía en el primer gol de Guedes fue sonrojante. Casemiro parece más un caballo percherón que un jugador de fútbol. Modric anda muy justo de fuerzas. Marcelo ya no es lo que era. Keylor tampoco es el que era, falló en el despeje que posteriormente facilitaría el remate de Guedes en el 1-0,aunque a decir verdad falló toda la defensa blanca. Otro que no ha cogido la onda es Asensio, que sigue perdido.

Así las cosas se explica la derrota frente al Valencia por ese 2-1. Guedes y Garay fueron los autores del justo y corto resultado conseguido por el Valencia que tuvo en Parejo (Ex madridista) a su mejor jugador.

En el último instante marcó Benzema de cabeza. El francés junto a Odriozola fue lo único salvable en otra noche aciaga del Real Madrid, que volvió a naufragar.

Zidane, asiste a este naufragio viendo y oteando una revolución que se hace necesaria. Después de comprobar en Valencia la cruda realidad de un equipo a la deriva, ahora le toca ser frío y calculador . Tiene que tomar decisiones importantes con jugadores que han tocado fondo y que, me temo, ya no son recuperables.

Entrando en la página solicitada Saltar publicidad
Advertisement Advertisement Advertisement Advertisement