Aún restan varios meses, aún faltan por confirmarse los candidatos, incluso aún hay quienes no saben qué hacer con sus vidas. Aún no estamos en campaña pero la maquinaria electoral avanza al grito de más madera!!
Y partiendo de lo particular a lo general quiero empezar por mi querido Valdepeñas. Estos días vuelve a estar en el ojo del huracán político pero no, no es el PP local que ya protagonizó varios episodios. Es el PSOE el partido gobernante el que vive tiempos convulsos por la rebelión interna.
La Ejecutiva socialista de la ciudad del vino dimitió en bloque con Felipe Rodríguez a la cabeza. La Comisión Federal de Garantías Electorales tiró por tierra los sueños del bueno de Felipe, sus ansias por dejar atrás el papel de segundón le obligaron a lanzar un órdago que resultó ser de fogueo pero este mundo es de valientes que arriesgan. Pero y si la jugada era otra y detrás de este “sacrificio” hay algo más.
Está claro que la situación roza lo absurdo ya que Jesús Martín ha confirmado sus alcaldías con sendas mayorías, siendo un valor seguro para el partido. La población confía en el proyecto de Martín dando su apoyo en las urnas, raro es que los suyos no confíen en él para un tercer mandato.
Jesús que de esto sabe mucho y créanme sabe mucho ha cerrado el asunto a lo “son cosas de muchachos” y su particular zasca. Veremos las consecuencias de este aparente movimiento en falso pero en un tiempo donde tanto se habla de la participación ciudadana, que los ciudadanos o militantes no puedan elegir entre la novedad o la continuidad, suena poco democrático.
Si interesante es la cosa pública local no menos lo es la autonómica.
Emiliano García-Page sigue recorriendo los rincones de la región haciendo campaña como las de antes, será por aquello de que la política necesita volver a sus orígenes tal y como demandan los ciudadanos ante la que está cayendo. Precisamente en esas anda enfrascada la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, por que su Partido decidió adelantar su Semana Santa y vive su particular calvario. Escasas son sus aportaciones desde la Junta, algo también comprensible, como poco afortunadas son las acciones de sus segundas espadas.
Una muestra son las recientes encuestas publicadas a las que asistimos atónitos, al comprobar que hay una realidad paralela, la suya. El primero en golpear fue el aspirante Page mediante un sondeo directo al mentón del PP, las cifras no “engañan” y Guadalajaramagazine.com aseguraba que el PSOE obtendría el 24,92% y el PP el 24,43%, ojo que Podemos acecha.
La encuesta agitó los cimientos del Palacio de Fuensalida que ya resiste a duras penas el tsunami de la corrupción. Había que contraatacar y frenar la alegría socialista no vaya a ser que alguien se la crea y termine en susto. Así que si Emiliano tenía unos índices favorables, Cospedal no sería menos y contaría con su propia visión de la realidad, porque para eso el Comité de Emergencias aseguraba que la suya otorga una ventaja bien holgada que estaría por encima de los 17 escaños.
Una pena que el PP no haya sabido “vender” mejor la idea y tenga al gabinete de comunicación generando ideas para otras latitudes.
Encuestas al margen, recorriendo las ciudades de Castilla-La Mancha ahora como turista a mi pesar sí que se nota algo en el ambiente, llámenlo hartazgo, llámenlo ilusión, llámenlo cambio pero algo, algo está pasando y hay quien lleva ya varias vueltas y a otros aún le atan los cordones en la línea de salida.
