Opinión

(Mas)Cara y Cruz

Vamos viendo el final de este invierno lightcuando apenas queda un mes para que asome la primavera, aunque bien es cierto que he conocido pocos carnavales y pocas Semanas Santas en las que haga buen tiempo; más bien al contrario, en ambos casos se queda uno entumecido viendo pasar los distintos cortejos. Así, este año bisiesto las celebraciones religiosas de la Semana Santa tienen lugar extraordinariamente pronto en el calendario, que unido al aplazamiento de muchos desfiles de carnaval por mor de las inclemencias meteorológicas han postergado a los mismos más allá del domingo de piñata, concretamente hasta el segundo fin de semana de cuaresma lo que ha hecho que en algunas poblaciones hayan eclipsado alguna fiesta de tradición local o que algún viacrucis recorra las calles de su población bajo los arcos luminosos carnavalescos de antifaces y caretas.
Sin duda alguna y ya lo dice el refrán “cada cosa tiene su tiempo” y un servidor no concibe, que más allá del “domingo de piñata” (domingo posterior al miércoles de ceniza) tengan lugar los desfiles de carnaval, y que, como sucede con los actos de procesiones religiosas, si llueve no se celebran…así, de paso y debido a una justificación como son lasinclemencias climatológicas, algunos ayuntamientos se ahorrarían un buen dinerito en premios en estos tiempos de austeridad económica que corren.
Pero si es momento de cuaresma y de Semana Santa centrémonos en ello, aunque no sólo como tiempo religioso, sino también histórico-artístico, gastronómico y social. De los tres primeros ya hemos hablado en otras ocasiones y de todos son conocidas las bondades de estos cuarenta y siete días en las que son importantes las distintas cofradías y hermandades de nuestra región, desde las grandes manifestaciones en capitales y poblaciones hasta el pueblo más pequeñito.
Quiero referirme aquí a la dimensión social que deben tener dichas hermandades, de las que algunas de ellas, dentro de sus posibilidades económicas, ya destinan un porcentaje para obras de caridad y acción social; y otras, por los costes de mantenimiento de las mismas que soportan, al faltar esos medios económicos realizan acciones para ayudar a colectivos que lo necesiten, contando con los hermanos(as), que efectúen su colaboración desinteresada, lo demás y como dice un amigo mío son “palabras de Semana Santa y hechos de carnaval”.

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