Las mujeres referentes de Castilla-La Mancha, protagonistas en el segundo día de la Semana de la Mujer de La Villa de don Fadrique

Todas ellas, y muchas más que no tuvieron visibilidad la pasada tarde, son ejemplo de dedicación y entrega en sus vidas particulares, para lograr unas metas que, en algunos casos, eran muy difíciles de lograr dentro de su época.

La lectura de las biografías de una decena de mujeres referentes de Castilla-La Mancha, ha sido la segunda actividad que se ha desarrollado en la tarde de este martes, 5 de marzo de 2024, dentro del Programa de la Semana de la Mujer que tuvo lugar en el Salón de Actos de la Casa de la Cultura de La Villa de don Fadrique, con la presencia de la Asociación de Mujeres "Besana", que dieron lectura e ilustraron a las protagonistas castellano-manchegas, todas con una vida de ensalzar, incluso en la distancia del tiempo. Coordinó este acto en el segundo día de esta semana, la concejal de la Mujer, Mari Carmen Díaz-Maroto Comendador. Todas ellas, y muchas más que no tuvieron visibilidad en esta tarde, son ejemplo de dedicación y entrega en sus vidas particulares, para lograr unas metas que, en algunos casos, eran muy difíciles de lograr dentro de su época.

La primera en salir a escena fue una villacañera de culto, la "Tía Sandalia". Catalina Sandalia Simón Fernández Verdugo (Villacañas 1902-Toledo 1987), fue una artista autodidacta, excéntrica y autodidacta que vivió fuera de su tiempo. y que es la más representativa del Arte naíf más popular. La villacañera, que tiene el Museo Municipal consagrado a su memoria, fue una mujer fuerte de carácter, cuerpo y alma y de escaso nivel económico. Aunque no sabía leer, gozaba de una inmejorable memoria, siendo una incomprendida en la época que le tocó vivir.

Tía Sandalia comenzó a hacer esculturas y pinturas para explicarles a sus hijos la Historia Sagrada. No tenía ninguna formación artística formal y la mayoría de sus modelos procedía de imágenes de culto cercanas, estampas y la imaginería popular. Dedicó su vida a plasmar en formas y colores la religiosidad y el espíritu que la animaba, no encontrando mejor sitio para hacerlo que las paredes y las habitaciones de su casa. Yeso, cal, pinturas al temple, cartón, telas, alambre, ramas, alambre y elementos naturales como su propio pelo, cualquier material servía como la excusa adecuada para formar su museo particular y poder enseñar a sus hijos, y a todo el que se acercara, aquella “su Historia Sagrada” robada durante la Guerra. A su muerte, su obra fue legada al Ayuntamiento de Villacañas, ocupándose la Escuela de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid de su traslado, conservación y ambientación real en el actual enclave. Conforman dicho Museo "Tía Sandalia", pinturas al fresco, 40 bajorrelieves, 66 esculturas exentas y 26 lienzos.

La segunda fue Mª Francisca Díaz-Carralero Rodelgo (Manzanares 1818-Ciudad Real 1894), más conocida como "la ciega de Manzanares", poeta y recitadora e hija predilecta de su ciudad natal manzanareña. Huérfana desde pequeña, nació invidente y se crío con una hermana mayor que, mientras trabajaba, dejaba a María en la escuela escuchando. Allí, es donde nacieron las dotes como improvisadora y recitadora de la conocida como “Ciega de Manzanares”. En 1850 pudo ingresar en la Escuela de Sordomudos y Ciegos en Madrid y se convirtió en asidua de importantes tertulias donde aumentó su fama y sus relaciones con lo más granado del panorama político y literario de aquella época. Esto le permitió obtener una pensión por parte de la reina Isabel II, que le permitió dedicarse a las letras sin necesidad de mendigar. 

La tercera biografía ensalzada en esta tarde de martes, fue la pionera de las matemáticas españolas y catedrática de Instituto, María del Carmen Martínez Sancho (Toledo 1901-Madrid 1995). La Sociedad Matemática Española desde su fundación en 1911 y hasta el final de la Guerra Civil, sumó solo doce mujeres. Entre ellas se encontraba esta ilustre matemática toledana, la primera española que obtuvo un Doctorado y una Cátedra de Instituto en esta materia. Durante su breve paso por el instituto de Guadalajara, obtuvo una beca de la JAE para ampliar sus estudios en Alemania, donde se especializó en Geometría Multidimensional junto a otras personas expertas de la época. A su regreso, continuó dando clases en Sevilla, donde una calle recuerda su nombre.

La cuarta en salir a escena, la escritora literaria y locutora radiofónica, Luisa Alberca Lorente (Alcázar de San Juan, 1920 – Logroño, 2006), que nació en Alcázar de San Juan el 9 de agosto de 1920. Era la menor de cinco hermanos. Entre 1930 y 1934 vivió en Alicante con su hermana Isabel. Allí comenzó estudios en la Escuela Profesional de Comercio, formación que concluyó en los años siguientes en Madrid. Finalizada la Guerra Civil, en 1941 ingresó como administrativa en el Ejército del Aire, permaneciendo ligada al Ministerio de Defensa hasta 1986, fecha en que se jubiló.

Durante décadas compaginó este trabajo con la creación literaria. Luisa Alberca comenzó a escribir de forma casual mientras preparaba las oposiciones. "Me ejercitaba, declaró en una entrevista de la época, en la mecanografía copiando cuentos. Y entonces se me ocurrió que, en lugar de copiar ajenos, podía hacerlos propios. Probé, me pareció que tenía cierta facilidad para estas intervenciones y ya seguí después escribiendo". Algunos de estos primeros textos fueron recogidos en publicaciones como las revistas "Letras y Siluetas". Pero el gran reconocimiento popular de Luisa Alberca llegó a partir de 1948, cuando comenzó a escribir guiones de radionovelas para Radio Madrid junto a Guillermo Sautier Casaseca. Ambos habían sido seleccionados en el concurso "Tu carrera es la radio". Luisa y Guillermo formaron un tándem que consiguió los mayores índices de audiencia de la época gracias a seriales como “Lo que nunca somos”, emitida en 1951. La colaboración entre ambos se mantuvo hasta 1969 con la novela “Extraño poder”.

A pesar de haber firmado conjuntamente decenas de obras, a la hora de los reconocimientos oficiales, la escritora alcazareña quedó relegada a un segundo término, viendo como Sautier, antes de fallecer en 1980, era distinguido con galardones como tres premios Ondas. Junto a las radionovelas, Luisa Alberca también cultivó géneros más sólidos. En dos ocasiones fue seleccionada para el Premio Nadal y en el año 1950, con “Patricia Rilton”, fue finalista. El conjunto de su obra, visto desde la óptica actual, es, no obstante, un importante referente para el estudio sociológico de las clases medias españolas en aquella etapa del siglo XX. Ella tuvo el mérito de pertenecer a una excepcional generación de guionistas que, en cierta ocasión, fueron calificados por Francisco Umbral como "el 98 de la radio".

Además de en Radio Madrid, Luisa Alberca realizó colaboraciones para La Voz de Madrid y otras emisoras estatales. Casada en 1943, fue madre de dos hijas. Junto a una de ellas, Elvira, pasó los últimos años de su vida en Logroño, donde falleció el 25 de octubre de 2006. En diciembre de 2020, la Consejería de Igualdad y Portavoz de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, creó el Premio Periodístico "Luisa Alberca Lorente por la Igualdad de Género en Castilla-La Mancha", que persigue reconocer y recompensar trabajos periodísticos publicados que contribuyan a la defensa y difusión de los valores de igualdad entre mujeres y hombres, así como a la lucha contra la violencia de género.

La siguiente fue la pedagoga, jurista y escritora, Leonor Serrano Pablo (Hinojosas de Calatrava, 1890-Madrid, 1942). Fue una niña superdotada, becada para estudiar en Madrid. Allí, se hizo maestra y ejerció hasta que obtuvo plaza como inspectora de Educación en Barcelona. Becada en Roma, donde estudió el método Montessori, a su regreso abogó por su implantación y la enseñanza preescolar. Fue la primera mujer abogada con bufete en Barcelona, defendiendo habitualmente en la prensa el derecho a voto de las mujeres, la necesidad de una ley de divorcio, el acceso de las mujeres a los cargos públicos y la supresión de la pena de muerte.

La sexta mujer referente fue la empresaria de telecomunicaciones Isabel González-Alegre Fanjul, (Toledo, 1867- Aranjuez, 1937). Aunque sus orígenes familiares proceden de Asturias, esta ilustre paisana nació en Toledo y contribuyó de manera decisiva al progreso de la ciudad en el siglo XIX al implantar el teléfono en la actual capital de Castilla-La Mancha en 1890. Era una mujer muy culta que hablaba francés y leía con voracidad cualquier tipo de libros. Se casó con el juez progresista Rafael Corcuera y fundó junto a él la primera concesionaria de servicio telefónico de Toledo, figurando esta a nombre suyo, algo inusual en aquellos años. Sin duda, fue una de las grandes pioneras del mundo empresarial de su época.

La séptima biografía de la tarde fadriqueña fue para Elisa Arsenal Collados, confitera e industrial (Hellín, 1845-¿?). Fue dueña del establecimiento de dulces “Confitería La Esperanza” junto a su marido, existente ya desde el año 1850 y que años después, desde 1913, llevaría el nombre de “La Elisa” en su honor, al igual que los conocidos caramelos (cilíndricos y los del “Congreso”) cuya fama superó la geografía nacional española y que aún hoy siguen fabricándose en esta industria familiar. La calidad de estos dulces era tal, que la fábrica recibió en 1905 el otorgamiento por parte de la Casa Real como proveedor oficial.

La octava y penúltima biografía le tocó el turno a la maestra, escritora gastronómica y gestora cultural, Carmina Useros Cortés (Albacete, 1928 - 2017). Maestra de formación, en 1950 empezó a enseñar a leer y escribir a mujeres. Más tarde, colaboraró con el “Cottolengo”, cocinando para la beneficencia y se sumó a la carta de apoyo a la Platajunta de 1970. Junto a su marido, recorrió toda la provincia de Albacete divulgando su gastronomía, fiestas y costumbres. Este amor por la cultura de su tierra le llevó a fundar y dirigir el Museo Nacional de Cerámica sito en Chinchilla de Montearagón. Fue una de las primeras gastrónomas de España, destacando su obra, “Mil recetas de Albacete y provincia”.

Y por último, cerró la tarde de mujeres ilustres de la región, la pintora y real académica de la Academia de las Bellas Artes de Toledo, Amalia Avia Peña, (Santa Cruz de la Zarza, 1930-Madrid, 2011).Su infancia marcada por la guerra y la posguerra, transcurre entre su pueblo y Madrid, tras la muerte de su padre durante la contienda. Se forma como pintora en los 50 en el estudio madrileño de Eduardo Peña. En esa década conoce a muchas de sus amistades y posteriores colegas de generación como Esperanza Parada, Antonio López, Julio López y el que será su marido, Lucio Muñoz. El valdepeñero Francisco Nieva se refería a su pintura realista, nunca hiperrealista, como el retrato de la melancolía barojiana.

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