El delegado de la Junta en Toledo, Álvaro Gutiérrez, ha participado en el día grande de las fiestas patronales que la localidad de Villacañas celebra en honor al Cristo de la Viga que los villacañeros y villacañeras conmemoran desde hace más de 500 años, con la singularidad, colorido y espectacularidad que aportan los danzantes con sus trajes y danzas, y que están reconocidas como Fiesta de Interés Turístico Regional.
Precisamente, el delegado de la Junta en Toledo ha querido resaltar la gran tradición, singularidad y atractivo turístico que caracterizan a las 37 fiestas que están declaradas de Interés Turístico Regional en la provincia por parte del Gobierno regional que pone de manifiesto su compromiso con los pueblos y la conservación de sus tradiciones y fiestas religiosas y populares como expresión de valores regionales y promoción turística de la cultura castellanomanchega, con esta figura de reconocimiento y protección.
También ha querido resaltar de forma especial el compromiso y trabajo de los municipios toledanos y de sus vecinos y vecinas que a lo largo de los años han conservado, cuidado y transmitido de generación en generación una de sus más destacadas señas de identidad.
Villacañas es un ejemplo de todo ello y este 1 de Mayo se ha vuelto a comprobar con la participación multitudinaria que llenó en la tarde de ayer las calles de la localidad para asistir a la emblemática procesión del Cristo de la Viga acompañado por los ocho danzantes a lo largo de todo el recorrido con sus danzas y paloteos y en la Iglesia de la Asunción ante la imagen del patrón antes de su salida y a su llegada al templo.
Álvaro Gutiérrez ha destacado que los Danzantes y el Cristo de la Viga de Villacañas es una de más originales de la provincia con ese momento especial y emotivo, como es la procesión con la imagen del patrón que compartió con el alcalde de Villacañas, Juan Ángel Almonacid, el Mariscal de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Viga, José Antonio Sesmero, y los miembros de la corporación municipal.
Una procesión que concitó un año más a cientos de villacañeros y villacañeras para quienes estas fiestas son importantísimas y en las que se implican y participan mostrando su devoción al patrón y el arraigo que estas fiestas tienen en la localidad y que volvió a despertar el interés de los numerosos visitantes a quienes cautivó la imagen del Cristo y las danzas al son de la dulzaina y al ritmos de las castañuelas de los danzantes y sus idas y venidas numerosas veces por todo el recorrido de la procesión y haciendo la Venia al Cristo sin darle nunca la espalda.
